Equipo: Pablo Pérez Palacios + Alfonso de la Concha Rojas, Miguel Vargas, José Luis Jiménez
Fotografía: Rafael Gamo
El proyecto se guio por las cualidades del entorno: apostamos por la sencillez, el mínimo mantenimiento y la conexión con el paisaje para crear un diálogo respetuoso entre vivienda y entorno.
Un contenedor de vistas
El sitio, completamente aislado en medio de la nada y rodeado de naturaleza, fue descubierto por dos hermanos durante una excursión de escalada. Al enamorarse de él, decidieron adquirirlo y cuidarlo durante varios años, reforestándolo.
Un volumen rectangular con un perfil inclinado conforma la casa. Al interior, el espacio tiene divisiones mínimas y grandes ventanales paralelos que permiten la ventilación cruzada; también existe una terraza que casi duplica el área de la casa. Se aprovechó la cantera del lugar para obtener los bloques que conforman los muros; el piso es de barro y las cancelerías de madera y cristal. Todos los materiales se conservaron en su estado natural sin ningún tipo de recubrimiento.