Equipo: Pablo Pérez Palacios, Alfonso de la Concha, Miguel Vargas, Andrés Domínguez
Renders: PPAA
La meta que guió el proyecto fue conciliar la riqueza de los antecedentes históricos del museo con el estado socio cultural actual, así como invitar al visitante a reconocer y apreciar el peso histórico.
El no-museo
El proyecto se rige por un muro que te cierra contra el ruido y la contaminación visual, y permite abrir una explanada frente a la fachada principal. En el proyecto, esta explanada es una gran cubierta que dirige al usuario inmediatamente hacia el museo. De igual manera, es un espacio de recreación y transición. Por otro lado, el volumen nuevo enfatiza su materialidad guiándose de la composición de la fachada del volumen preexistente, y respeta tanto su altura y forma. El tercer nivel excede la altura de la construcción original solo para difuminarse en el paisaje como un espejo diáfano de la fachada, evadiendo competir con la construcción a la que hace referencia. Uno de los aspectos de mayor importancia en el proyecto es el lugar del vacío, el no-museo.